viernes, 29 de junio de 2012

Para los indecisos, por Guadalupe Loaeza

Queridos indecisos e indecisas: He decidido escribirles una carta para compartir con ustedes un estado de ánimo que sé que los agobia conforme pasan los días y se acerca la fecha de las elecciones presidenciales. Les confieso que hasta antes del segundo debate, estaba como ustedes, no sabía por quién votar, no obstante estaba segura que jamás votaría ni por el PRI, ni mucho menos por el PAN. "Mi religión me lo prohíbe", me decía muy quedito antes de conciliar el sueño.

Pero lo que me seguía inquietando era otra incertidumbre, votar, sí, por las izquierdas, pero sin la pasión y convicción con las que siempre lo he hecho desde que empecé a emitir mi voto. Me atormentaba la idea de hacerlo con desgano, con tibieza e, incluso, con muchas dudas respecto a mi candidato. "Me tiene que convencer, tengo que volver a creer en él", pensaba indecisa. Esperaba, por parte de López Obrador, una palabra, una frase o un concepto que hiciera click en mi fuero interno. Y sucedió.

Fue durante el programa de Tercer Grado de Televisa. Vi a un López Obrador tranquilo, experto, humano, pero sobre todo, radicalmente distinto a sus entrevistadores; éstos se veían acartonados, perplejos, rebasados, cínicos, de mala fe y, al mismo tiempo, ingenuos. Se veían chiquitos, chiquitos. En tanto AMLO explicaba la realidad del País, y decía cosas como: "El tiempo y la realidad nos han dado la razón (...) en el sentido de que en el 2006 planteábamos la necesidad de un cambio verdadero. Hubo una imposición y le siguieron con la misma política antipopular, que sólo beneficia a una minoría a costa del sufrimiento de la inmensa mayoría de los mexicanos", todos tenían cara de what?. Cara de no entender lo que escuchaban, el discurso de AMLO era uno totalmente ajeno al suyo, al que suelen manejar día con día y al que acostumbran escuchar por parte de los demás políticos.

"Son dos alternativas. El ciudadano va a decidir si quiere más de lo mismo y ya sabemos qué es más de lo mismo: más corrupción, desempleo, injusticias, pobreza, inseguridad, violencia. O entre todos hacemos valer un cambio verdadero, es decir, la transformación de México".

Cuando escuché lo anterior, me dije: "¿Tengo yo, entonces, la responsabilidad para que las cosas cambien en mi País? ¿Es así de importante mi voto?". Al comprender lo anterior, en ese momento, dejé de dudar. A pesar de la hora (casi una de la mañana) escribí un tuit: "No me sorprendería que después de lo que vimos en 3 Grado, AMLO subiera 3 puntos. Es un gran político. Se vio tranquilo, seguro. Votaré por él".

Inmediatamente después recibí una cascada de tuits, sumamente negativos. No me importó. Lo que me interesaba era que, por fin, entendía por qué era importante votar por un "cambio de fondo"; votar por "una nueva corriente de pensamiento"; votar por un candidato que combatiría "la corrupción desde arriba"; votar por alguien que lucharía contra los monopolios y finalmente votar por un Presidente que tendría un "gobierno honesto y austero". No. Me negaba a tener un Presidente que advirtiera al País, como lo ven los conductores y el candidato de Televisa. Asimismo, me negaba a votar por una Presidenta que pertenecía a un partido que en 12 años no había hecho más que empeorar la situación de mi País. Esa noche, a pesar de las críticas de mis tuiteros, dormí en paz.

Queridos indecisos e indecisas, como saben, forman parte del 25 por ciento del electorado. Todos juntos pueden hacer perder o ganar una elección. Cada uno de ustedes tiene una enorme responsabilidad. Su voto es fundamental. Es importantísimo. Es vital para el País. Por otro lado, créanme que respeto sus dudas, sus reservas respecto a las propuestas de los candidatos. Sé que uno de cada votante no está muy convencido. Otros se sentirán seguramente hartos de tantas promesas incumplidas, debates y pleitos entre políticos. Sin embargo, les urge saber por quién votarán.

Además del candidato o de la candidata de su preferencia, ¿tienen alguna idea del gabinete que tendrá cada uno de ellos? (Inútil decirles lo importantes que son los gabinetes, nada más recuerden el de Calderón y sus metidas de pata). Que yo sepa, el único que lo ha dado a conocer formalmente es Andrés Manuel López Obrador. Lo hizo durante el segundo debate.

Saber que Marcelo Ebrard Casaubón estará frente a la Secretaría de Gobernación me dio, respecto a mi voto, una doble certidumbre y tranquilidad. Creo que resulta inútil decirles por qué. Lo mismo sucedió con el nombramiento de Rogelio Ramírez de la O, doctor en Economía por la Universidad de Cambridge y licenciado en Economía por la UNAM. Qué decirles, queridos indecisos, en relación con Juan Ramón de la Fuente, quien será Secretario de Educación Pública. Pemex, en donde existe tanta y tanta corrupción, estará dirigido por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.

Uno de los hombres más honestos que conozco será el Secretario de Trabajo y Previsión Social, José Agustín Ortiz Pinchetti, y en Ciencia y Tecnología estará el prestigiado científico René Drucker. En Relaciones Exteriores, una de las Secretarías más importantes, estará un hombre profundamente comprometido con el País, Jorge Eduardo Navarrete. Conozco igualmente el trabajo, de Bernardo Bátiz, como Procurador General de la Nación. Miguel Torruco en Turismo. En la Consejería Jurídica de la Presidencia, el abogado y jurista mexicano Genaro David Góngora.

Y por último qué puedo decir yo, que fui su alumna y que soy su seguidora más fiel, frente a Cultura, estará nada más ni nada menos, nuestra princesa, Elena Poniatowska. No hay nada más que decir.

Ahora, ¿entienden por qué estoy tan decidida de votar por AMLO?

Guadalupe Loaeza

martes, 12 de junio de 2012

El País no aguanta otra elección sin certeza


Estamos en la antesala del cambio. Hay razones para el optimismo.El pueblo mexicano está tomando conciencia de que la continuación del autoritarismo, los privilegios y la corrupción sólo conducen al precipicio. Una manifestación clara de este nuevo estado de entusiasmo y esperanza es la movilización, crítica y fresca, de los jóvenes frente al proyecto restaurador del viejo régimen que impulsan los poderes fácticos, encabezados por el duopolio televisivo. Saludamos el movimiento vigoroso y libre de los jóvenes. Es de gran importancia su contribución al cambio democrático de México.
 
Deficiencias y omisiones del IFE
Sin embargo, hay también razones para el pesimismo. Persisten malas prácticas que enturbian el proceso electoral y, ante ellas, tal y como ocurrió en las elecciones presidenciales de 2006, el Instituto Federal Electoral (IFE) elude su obligación constitucional de garantizar la celebración de elecciones auténticas y libres. Una vez más, las campañas electorales se desarrollan en un contexto de ilegalidad e inequidad que pone en duda la legitimidad del proceso en su conjunto. Advertimos algunas omisiones importantes del IFE:
          1. No ha intervenido con oportunidad y efectividad frente al evidente dispendio y muy probable rebase del tope de gastos de campaña del candidato del PRI, Enrique Peña Nieto.
          2. No ha tomado acción alguna para inhibir, controlar o castigar el operativo de compra y coacción del voto que ya se ha iniciado por todo el país.
          3. Se rehúsa a promover más de dos debates presidenciales y se niega a solicitar a la Secretaría de Gobernación la transmisión de los debates presidenciales por cadena nacional.
          4. Ha sido complaciente con las principales televisoras del país al permitir, durante años, su abierto respaldo hacia el candidato presidencial del PRI y al negarse a realizar una valoración objetiva y rigurosa de la persistente parcialidad en la cobertura de las campañas en radio y televisión.
          Por lo tanto, exigimos al IFE:
          1. Publicar, antes de la jornada electoral del 1° de julio, los informes preliminares de los partidos políticos así como las estimaciones del IFE de los gastos de cada candidatura presidencial.
          2. Formar inmediatamente una comisión especial del Consejo General para recibir informes y denuncias sobre compra y coacción del voto y actuar en consecuencia.
          3. Que su Comisión Temporal de Debates tome medidas inmediatas para auspiciar la celebración de debates presidenciales adicionales.
4. Asegurar la total equidad e imparcialidad en la cobertura de las campañas electorales por los medios de comunicación electrónica.
5. Resguardar el sistema de cómputo en su conjunto contra posibles interferencias. Garantizar que su sistema de cómputo sea totalmente confiable. Aprovechar las oportunidades de mejora que señaló el propio Comité Técnico Asesor del PREP, en el Informe final entregado al IFE en agosto de 2006, donde propuso: a)Hacer público “el software que se utilizará” y b) constituir un “Comité Especial que audite el PREP” y asegure su confiabilidad. Asimismo, garantizar el acceso ciudadano a los datos en tiempo real y que se incluyan, en las bases de datos del PREP y del Conteo Distrital, los datos sobre boletas recibidas y sobrantes, ciudadanos registrados para votar, votos emitidos totales y otros similares, que resultan imprescindibles para la verificación ciudadana de la consistencia de los resultados. Estas medidas, que pueden reducir drásticamente los riesgos de fraude, deben implementarlas el IFE de inmediato.
Las encuestas y los medios
La elección presidencial no está decidida todavía. Depende de quiénes y cuántos salgamos a votar el 1° de julio. Medios masivos de comunicación y encuestadoras, ligados ambos a grupos de poder con inocultables intereses partidistas, han utilizado la publicación de encuestas, posiblemente amañadas, para tratar de convencer al electorado de que ya hay un “ganador” indiscutible, y para sembrar la desesperanza entre quienes desean una transformación profunda. Todo ello enmascarado en una supuesta “verdad técnica”, cuyas debilidades y falta de objetividad sólo se aprecian al analizar su diseño muestral y sus cuestionarios.
          El despertar ciudadano, detonado por los jóvenes, ha exhibido el fracaso de esta estrategia en favor del candidato del PRI. Los medios se han visto forzados a reconocer que la burbuja de Peña Nieto se desinfla.
          Aunque las encuestas pueden proporcionar información valiosa para la población, hoy se han convertido en instrumentos propagandísticos. La influencia del dinero en las elecciones, que antes se hacía sentir en la publicidad pagada por particulares (ahora prohibida) se está transfiriendo a la contratación de encuestas. El IFE debe auditar de manera integral las encuestas que se hacen públicas y, en su caso, sancionar a las partes responsables de las irregularidades encontradas. Las encuestas en época de elecciones deben ser reguladas, a fin de evitar el contubernio de encuestadoras y poderosos medios de comunicación, garantizando que su calidad e imparcialidad sean supervisadas por entidades académicas reconocidas.
Todos a votar y cuidar los votos
Llamamos a todos los mexicanos a participar con su voto el próximo 1° de julio. Está en juego el destino del país. Con nuestro voto consciente podremos definir un modelo económico que erradique la pobreza y reduzca la desigualdad, así como una política pública que combata la violencia y la inseguridad. En suma, salgamos a votar por un México en que impere la democracia y primen los valores colectivos sobre beneficios y privilegios particulares.
          Los ciudadanos honrados tenemos una segunda tarea importante: vigilar el buen desempeño del proceso electoral. El país no aguantaría otros comicios manchados por el fraude. Para evitarlo se requiere la participación activa de los ciudadanos, la vigilancia de las casillas cuidando la integridad de los datos, y el repudio cívico a los defraudadores. Invitamos a los defensores de la democracia a organizarse para combatir, enérgica y pacíficamente, el mapachismo electoral en todas sus formas.
¡La elección presidencial no está decidida todavía! Salgamos a votar y cuidemos que las elecciones sean libres, equitativas y limpias.
Miembros del grupo “En Defensa del Sufragio Efectivo y Libre”: Araceli Damián, Armando Bartra, Carlos Payán, Consuelo Sánchez, Enrique Dussel, Epigmenio Ibarra, Eréndira Sandoval, Héctor Díaz-Polanco, Jesús Cantú, John Ackerman, John Saxe-Fernández, Julio Boltvinik, Lorenzo Meyer, Luciano Concheiro, Luis Mochán, Pedro Miguel, Víctor Flores Olea, Víctor Romero Rochín
Miembros del “Observatorio Universitario Electoral”: Agustín Porras, Brígida García, Etelberto Ortíz, Gustavo Garza, Juan Reyes del Campillo, Marisela Connelly (Presidenta Asociación de Académicos Daniel Cosío Villegas), Martha Schteingart, Susana Lerner, Willibald Sonnleitner
Miembros de “Todos Contamos”
Miembros de “Foto por Casilla” Eduardo Sacristán, Carlos López Nataren, Alejandro Juárez y Edgar Herrado